¿Por donde comienza el proceso de sanación ante el suicidio de un ser querido?

Introducción

El duelo por suicidio reúne muchas circunstancias que no se dan en otros tipos de duelo; ya que estamos hablando una muerte autoinfligida que puede ser inexplicable, inesperada y repentina para el superviviente (aquella persona que le toco experimentar el proceso emocional por la muerte del ser querido).

Duelo Familiar Por Suicidio

Para todos los supervivientes, es importante tomar en cuenta estas advertencias ante este suceso:

1. CONSIDEREMOS LOS FACTORES: debemos tomar en cuenta, que el suicidio es multicausal, es decir, no existe un solo factor o circunstancia que lleve a una persona a realizar dicho acto, aunque puede existir un último desencadenante o circunstancia, que suele llevar a muchos supervivientes a pensar que esa ha sido la única causa y que podrían haberla evitado.

   
   

2. NO HAY QUE CULPARSE DEL TODO: es común cometer el error de analizar el pasado con los conocimientos que ahora tenemos, no debemos olvidar que en muchos casos, nuestro ser querido lo ocultó y no aceptó o no pudo aceptar nuestra ayuda.

   
   

Algunas de las causas que marcan la diferencia entre un duelo por suicidio de otros tipos de duelo son la:

1. Culpa Irracional: sentimiento de culpa que surge cuando nos responsabilizamos injustamente por situaciones fuera de nuestro control; es decir, cuando no queremos soltar las cosas porque "tendemos a querer controlar todo".

   
   

2. Circunstancias: es una muerte autoinfligida que puede ser inexplicable para la persona superviviente además de repentina o inesperada.

   
   

3. Estigmatización social: es un fenómeno que se refiere a la etiquetación negativa o estereotipada que se le asigna a un individuo o grupo debido a características específicas.

   
   

4. Pensamientos Reiterados: aquellos que surgen de manera ocasional pero que, al no dejarlos ir, se convierten en ideas fijas que pueden atormentarnos.

Etapas del Duelo

Al igual que ante cada perdida, hay que vivir cada una de las etapas del duelo.

• NEGACIÓN

• IRA

• DESCONSUELO

• ACEPTACIÓN

Negación I Día del Suceso

Hablamos del día en el que los supervivientes recibieron o se enteraron de la noticia, en el que sus vidas se bloquearon, se pararon y que a partir de ahora, cambiarían…

“Nadie está preparado para recibir la noticia de que un ser querido se ha quitado la vida. Salvo en los casos de familiares con un largo periodo de enfermedad mental y numerosos intentos previos”. “Todas son reacciones normales a una situación anormal”. ¡De manera inconsciente, negamos que algo así pueda suceder!¹

“La culpa nos bloquea y nos hacer aumentar nuestro sufrimiento”.¹

Primeras reacciones emocionales y cognitivas más comunes

• Shock.

• Bloqueo emocional (no poder llorar, no poder sentir dolor…)

• Negación de lo ocurrido.

• Incredulidad, incomprensión de lo acontecido debida a la existencia de planes a corto o largo plazo.

• Rabia, enfado.

• Autorreproches, culpa.

• Dolor, pena, desesperanza.

• Vergüenza.

• Pensamientos intrusivos en bucle y expresiones reiterativas.

Posibles manifestaciones físicas

• Síntomas de la ansiedad (sequedad en la boca, opresión en el pecho…).

• Falta de ánimo y energía, por trastornos del sueño y de la alimentación.

• Molestias gástricas, dolores articulares y musculares.

• Hipersensibilidad al ruido.

“Cuando alguien muere por suicidio, tu propia vida permanece ligada a esa persona, olvidando o relegando, en ocasiones, a quienes se quedan”.¹

Ira

Después de los primeros momentos, el primer interrogante que se plantea es:

“Y ahora… ¿Cómo continúo con mi vida?”.¹

Esto ocurre, debido a que buscamos en gran medida, una explicación de los hechos, ya que por si solo, el contexto no nos dice mucho…

Pensamientos

1. Siempre hay un detalle que queda fijado en nuestra mente y que no podemos olvidar.

   
   

2. Cuestionamos demasiado la decisión de nuestro ser querido, y hasta lo culpamos… ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué no me di cuenta? ¿Por qué no confió en mí? (culpa). ¿Cómo ha sido capaz de hacer algo así? ¿Por qué nos ha hecho esto? ¿Cómo es que no ha pensado en mí o en su hijo/a? ¿No nos quería?

NOTA: no esta mal hacer entrar en razón a nuestro familiar, el problema surge, cuando relacionamos su decisión con nosotros mismos; si, sabemos que no fue la mejor decisión, pero al final, fue su elección.

3. La revisión reiterada y obsesiva de las conversaciones y momentos compartidos, tanto recientes como pasados, en un intento de buscar respuestas.

   
   

4. Los “y si”:

a. Y si no hubiera salido esa tarde…

b. Y si le hubiera escuchado, quizá…

5. Convencimiento Implícito: “Yo podría haberle salvado”.

   
   

6. Tener la sensación de que mi completa felicidad, dependía de aquella persona: ¿Cómo continúo? ¿Podré vivir con este dolor? ¿Y si… no puedo recuperarme de esto?

“Es muy difícil aceptar la idea de que nunca se sabrán los verdaderos motivos que le llevaron a tomar esa decisión”.¹

Emociones / Conducta

1. CULPA: la emoción que más perdura y que más daño nos provoca.

   
   

2. ENOJO: no es correcto sentir enfado o agresividad contra alguien que ya no está vivo, alguien que, por otro lado, amábamos.

   
   

3. MIEDO

   1. Nos hacemos más conscientes de la vulnerabilidad del ser humano.

   2. Sentimos que en cualquier momento puede ocurrir una adversidad que cambie la vida para siempre.

   3. Miedo e inseguridad a la muerte de otros seres queridos.
      

4. FRUSTRACCIÓN: porque todo el esfuerzo realizado para ayudarle a superar su estado de ánimo, no evito de cierta forma su perdida.

   
   

5. VERGÜENZA: porque se sienten juzgados por los demás (incluso por la misma familia) o por su entorno más cercano.

   
   

6. DESESPERANZA: ocurre por la combinación de todas o algunas de las emociones mencionadas anteriormente.

Desconsuelo

Pasado un tiempo del duelo, vamos rectificando algunos pensamientos erróneos; sin embargo, la culpa y la soledad que se presenta debido a que aquella persona, ya no se encuentra con nosotros, esta muy presente en esta etapa:

“Desde mi presente no puedo condenar a quien fui yo en mi pasado, por la sencilla razón de que aquel a quien ahora juzgo y repruebo es otra persona. Es absurdo condenar la ignorancia del pasado desde la sabiduría del presente”. Pablo d’Ors.¹

Pensamientos

1. Comprendemos que no existe una única respuesta que nos respalde al 100% el motivo del porque nuestro ser querido se suicido.

   
   

2. Aceptamos que cada persona mantiene cierta privacidad que no comparte con nadie; aunque seamos personas cercanas y de su confianza; porque creen que nadie les puede ayudar, para protegernos, para no hacernos sufrir o porque forma parte de su decisión.

   
   

3. Sentimos que nuestra felicidad dependía al 100% de aquella persona; es decir, que si esa persona no esta, no puedo ser feliz / mi vida pierde sentido.

   
   

   Algunas Frases Comunes

   1. Cuando empiezo a sentirme mejor, pienso: ¿volver a disfrutar de la vida es olvidar?

   2. ¿Cómo puedo volver a reír con lo que ocurrió?

   3. Si me siento mejor. ¿Significa que lo estoy olvidando?

Emociones / Conducta

1. TRISTEZA: junto con la culpa y el enojo, es la emoción más significativa; ya que aparece a medida que disminuye el enojo. Por otra parte, se trata de una tristeza que nos deja sin energía, incluso llevandonos a problemas más graves como la depresión o con pensamientos suicidas.

   
   

2. CULPA: aún presente pero en menor grado.

   
   

3. SOLEDAD: es un reflejo de la presencia de la tristeza de manera cotidiana durante el duelo.

Aceptación

“La aceptación, no es sinónimo de resignarse”.¹

1. Maduración: aceptamos que lo que ocurrió, es un hecho que genero ambivalencia en nuestras vidas y que a nivel humano, no es posible remediarlo; pero comprendemos que aunque las cosas no volverán a ser iguales, podemos seguir adelante.

   
   

2. Respetamos su decisión, y comprendemos que fue provocada por la “visión en túnel” (cuando no ven otra salida a su sufrimiento más que acabar con su vida).

   
   

3. Comprendemos que el sufrimiento por el que paso, le hizo creer que estaríamos mejor sin él/ella.

   
   

4. Lo perdonamos incondicionalmente; entendemos que nunca imaginó el dolor que nos causaría.

   
   

5. Nos damos el tiempo de iniciar de nuevo y disfrutar nuevamente de la vida. De esta manera, comprendemos que nunca olvidaremos a nuestro ser querido, sentimos que también nos acompaña y tenemos la esperanza, de algún día volver a verlo.

Caminando Hacia la Recuperación

“Aquellos que han buscado ayuda y van elaborando el duelo adecuadamente empiezan a recuperar recuerdos positivos de la persona desaparecida sin tanto dolor y vuelven a hablar con naturalidad de él/ella entre sus relaciones familiares y de amigos”.

De esta manera, vuelven a incorporarse a la vida cotidiana, cambiando la angustia, por esperanza.

Es increíble pensar, como aquellas personas que han salido adelante, buscan remediar este problema de salud pública, con sus experiencias, duelos y sufrimientos. De cierta forma, se sienten impulsados a implicarse en algunas actividades de prevención en su comunidad:

Testimonio

Tania Arestegui (psicóloga), intento quitarse la vida 5 veces, tras un historial en su infancia y adultez dificil. Hoy es especialista en prevención y dirige la asociación “Vale la Pena” A.C., desde donde brinda acompañamiento a personas en crisis.

“No es que todos los días quiera vivir ni que todos los días quiera morir. Pero sí, todos los días elijo vivir. Se trata de darle sentido al presente, aunque sea con algo pequeño. De poquito en poquito, la vida empieza a doler menos”.²

Fuentes Bibliográficas (APA 7ma Edición)

1. Montés, M., Jiménez, A., & Jiménez, J. (2019). Duelo por suicidio (1st ed.). RED AIPIS-FAeDS. https://www.comunidad.madrid/

2. Flores Martínez, R. (2025, September 10). Suicidio Juvenil: Tres voces del intento de suicidio. Excelsior. Recuperado el 2 de Noviembre 2025, de: https://www.excelsior.com.mx/nacional/tres-voces-del-intento-de-suicidio/1738659